Muchos son los pacientes que presentan dudas sobre la idoneidad de ciertas pruebas radiodiagnósticas respecto a otras. Nos gustaría con éste artículo explicarles en que consiste cada una, y en qué casos está más indicada una que otra.

RADIOGRAFÍA (RX)
En primer lugar, hablaremos de las famosas y conocidas “Radiografías” o “Rayos X” (como se llamaban antaño). Probablemente sea la prueba más fácil de realizar y más fácil de interpretar por parte del sanitario o técnico que la realice. En ellas, es el tejido óseo el objeto de estudio. Fracturas, fisuras, luxaciones, lesiones cartilaginosas, incluso algún tipo de tumor óseo, pueden ser los hallazgos encontrados en una Radiografía. Normalmente, y ante cualquier traumatismo, es la prueba “estrella” en todos los hospitales y centros sanitarios. A continuación, ponemos un ejemplo:
“Nuestro hijo se cae en el colegio, torciéndose uno de sus tobillos, y en muy poco tiempo presenta una hinchazón y un dolor más que evidentes en la zona. El colegio lo lleva a su centro hospitalario concertado, donde tras una exploración por parte de los médicos en cuestión, determinan que se trata de un esguince de tobillo (rotura incompleta de los ligamentos del tobillo). Posteriormente, se le realizará una RX para descartar cualquier tipo de lesión ósea que normalmente se suelen asociar. El diagnóstico final nos dice que está todo perfecto, y que la lesión se limita al tejido ligamentoso que aporta estabilidad al tobillo”.
En éste ejemplo, la prueba realizada no aporta ningún tipo de información sobre los ligamentos lesionados, y por lo tanto no es definitiva para emitir un diagnóstico. Para poder explorar el tejido ligamentoso sería necesaria la realización de una Ecografía o Resonancia Magnética (Rnm). Debido a su mayor coste no suelen realizarse, y suele bastar con la exploración manual por parte del sanitario en cuestión.
Las pruebas radiológicas nos aportan información para poder concretar nuestro diagnóstico, pero casi nunca son definitivas. En algunas ocasiones, aparecen lesiones antiguas donde el paciente no ha referido ni refiere ningún tipo de síntoma y que por lo tanto no tienen relevancia en el diagnóstico de la patología en cuestión.
Desde el punto de vista del Fisioterapeuta/Osteópata se consideran de especial importancia. Para tratar determinadas patologías es totalmente necesario disponer de este tipo de pruebas (u otras más completas si se requieren) que nos aporten información objetiva sobre la dolencia y que nos ayuden, dentro de nuestro diagnóstico diferencial, a solucionar mejor y más rápido el problema.
Como posibles inconvenientes, es una prueba que utiliza radiación, y que usada en exceso puede desencadenar diferentes tipos de patologías. Por ello, los médicos tratan de no abusar de este tipo de pruebas, aunque son las más baratas y fáciles de realizar.

ECOGRAFÍA (ECO)
Es una prueba diagnóstica que emplea los ultrasonidos para crear imágenes bidimensionales y tridimensionales en tiempo real. A través de una herramienta similar a un “micrófono” que se llama transductor, el especialista explora la zona en cuestión y obtiene imágenes en el momento, incluso de manera dinámica, sobre el posible tejido lesionado. La realización de dicha prueba es muy sencilla, nada invasiva y muy cómoda para el paciente.
Sin embargo, sus resultados se limitan a la exploración en tiempo real, ya que cualquier imagen aportada a posteriori no acaba de ser determinante sobre la zona específica de la lesión. Por otra parte, se requiere un alto conocimiento anatómico de las diferentes estructuras que van apareciendo en la pantalla del ecógrafo en función de donde esté colocado el transductor.
Si exploramos, por ejemplo, el gemelo de un paciente que parece haber sufrido una rotura fibrilar, deberemos hacerlo de manera minuciosa pasando por encima de todas las fibras en busca de las que estén lesionadas.
En nuestra modesta opinión, es un aparato de una utilidad inmensa, y que debería existir en todos los centros de salud, al igual que personal experto en la realización y estudio de esta prueba.
Coloquialmente, conocemos a la ecografía como la reina de las pruebas que se realizan a mujeres embarazadas para explorar la evolución del feto. Aun así, se puede emplear para muchísimas otras cosas, sobretodo en la exploración de nuestros músculos, tendones, ligamentos e incluso de nuestras vísceras.

RESONANCIA MAGNÉTICA (Rnm) y su comparativa con el TC (TAC o Tomografía computarizada).
La Resonancia Magnética es una prueba radiodiagnóstica que utiliza campos electromagnéticos y ondas de radio para obtener imágenes nítidas del interior de nuestro cuerpo. El objetivo de este artículo no es centrarnos en el proceso físico que se produce para la obtención de dichas imágenes, si no que nos limitaremos a tratar de aclarar ciertas dudas que puedan surgirnos en nuestro día a día sobre ella.
La Rnm es una prueba, que en la actualidad, resulta muy cara y complicada para quien la realiza. Los medios y equipos de los que se disponen, así como el tiempo necesario para la realización de la prueba hacen que los costes se disparen de cara al paciente (si es él quien tiene que pagarla) o de cara al servicio sanitario (sanidad y seguros privados). Es por ello, que salvo raras excepciones, no es la primera elección de nuestros médicos cuando llega la hora de emitir un diágnostico ante una patología, inclinándose por pruebas más baratas y menos costosas como son la Rx y la Ecografía.
Como podréis observar en la imagen, se trata de una máquina en forma de tubo, donde se introduce al paciente, que deberá estar lo más quieto posible para que la imagen que se obtenga sea lo más clara y cristalina posible. Debido a ello, la sensación de claustrofobia o de agobio al no poderte mover, suele ser problema para al algunos pacientes.
Por el contrario, es de las pocas pruebas que existen que no utiliza radiaciones ionizantes u otro tipo de ondas que pudieran afectar de manera negativa a nuestro organismo. También, la calidad de la imagen y su precisión convierten a la Rnm en la mejor y más completa prueba para el diagnóstico de la gran mayoría de las patologías.
La Rnm y la Tomografía computarizada son exámenes muy semejantes en cuanto a los resultados obtenidos. Es cierto que para determinados tipos de enfermedades se suele optar por una u otra. Por ejemplo, ante la sospecha de lesiones óseas, patologías pulmonares y el hallazgo de algunos tumores malignos es la TC la preferida. Es una prueba que por norma general demanda menos tiempo para su realización. Para lesiones de ligamento o tendón, problemas de columna vertebral, tumores en el sistema nervioso y algunas enfermedades degenerativas neurológicas se suele emplear la RMN.
La TC obtiene múltiples imágenes al efectuar la fuentes de rayos X y los detectores de radiación movimientos de rotación alrededor del cuerpo, al contrario de la radiografía convencional, que solo obtiene una imagen de proyección.
Para seguir aclarando aspectos de la TC, a continuación, intentaremos resumir algunas de las ventajas y desventajas que presenta con respecto a la RNM:
- 1. La TC es una prueba que se realiza de manera mucho rápida que la RNM, y por lo tanto es la que suelen elegir los médicos en muchos casos urgentes. Por ello, también es mucho más cómoda para el paciente, porque al durar menos tiempo, no tiene que aguantar tanto sin moverse, como pasa con la RNM. Se realiza mucho más fácil en pacientes claustrofóbicos.
- 2. Como apuntábamos anteriormente, la RNM es mucho más cara.
- 3. Generalmente las máquinas de TC aguantan mejor a los pacientes con obesidad mórbida.
- 4. Además, la TC puede realizarse sin ningún tipo de riesgo a pacientes con marcapasos y otros dispositivos médicos implantados.
- 5. Por el contrario, y como habrán podido observar, la Rnm no utiliza radiación, y por lo tanto es una prueba que puede repetirse muchas veces. Hasta el momento, no se ha identificado ningún tipo de efecto secundario en ningún paciente al haber sido expuesto al campo magnético y a las ondas de radio que usa la Rnm.
- 6. La Rnm presenta una gama más amplia de contrastes disponibles para tejidos blandos, pudiendo representar la anatomía de manera mucho más clara. Es capaz de generar imágenes en más planos y regiones anatómicas en 3 dimensiones.
Esperemos que con artículo hayamos podido disipar algunas dudas que aparecen en nuestros pacientes sobre este tipo de pruebas, y puedan saber cuándo se debe usar cada una de ellas. Para cualquier otra duda, estamos a su entera disposición. Consúltenos a través de todas las vías de contacto.
