Dieta, nutricion y prevencion de las enfermedades crónicas
Como venimos anunciando en algún que otro artículo, la repercusión de la dieta en muchísimos de nuestros problemas de salud es altísima. Ya en 2003, la OMS junto con una comisión de expertos de FAO (Food and Agriculture Organization) emitió un informe sobre esto que obtuvo una gran repercusión en el ámbito sanitario.
Hemos hecho un resumen, con lo que consideramos más útil y valioso para el ciudadano de a pie. Debemos intentar concienciar entre todos a la población de todos estos aspectos, y conseguir con el paso del tiempo una sociedad más sana, y que indirectamente, generará menos gasto público a las arcas de muchos estados.

Interaccion Genes-Nutrientes y vulnerabilidad genetica
“Hay datos que demuestran contundentemente que los nutrientes y la actividad física influyen en la expresión de los genes y han contribuido a modelar nuestro genoma durante millones de años de evolución. Los genes determinan las posibilidades de gozar de buena salud y la vulnerabilidad a las enfermedades, mientras que los factores ambientales determinan cuáles de entre los individuos vulnerables contraerán enfermedades. Considerando los cambios que está experimentando la situación socioeconómica en los países en desarrollo, el estrés agregado puede propiciar la emergencia de la predisposición genética subyacente a las enfermedades crónicas. En la interacción genes-nutrientes también influye el medio ambiente.”
“Prosiguen los estudios sobre la función de los nutrientes en la expresión génica; por ejemplo, los investigadores están tratando de comprender por qué los ácidos grasos omega-3 suprimen o reducen el ARNm de la interleucina, que está elevado en la aterosclerosis, la artritis y otras enfermedades autoinmunes, mientras que los ácidos grasos omega-6 no lo hacen.”
“Se reconoció que la formulación de dietas orientadas a individuos y subgrupos para prevenir las enfermedades crónicas es un componente necesario en el marco de un enfoque general de la prevención basado en la población. Sin embargo, sólo recientemente se han empezado a abordar las implicaciones prácticas de esta cuestión para las políticas de salud pública.”

“Aunque el ser humano ha evolucionado de manera que puede comer muy diversos alimentos y adaptarse a ellos, existen ciertas adaptaciones y limitaciones genéticas en relación con el régimen alimentario. El conocimiento de los aspectos evolutivos de la dieta y su composición tal vez nos permita formular un régimen alimentario compatible con aquél para el que fueron programados nuestros genes. Sin embargo, cabe presumir que la dieta de nuestros primeros ancestros confirió una ventaja evolutiva a la reproducción durante la juventud, de modo que nos sería de gran ayuda para perfilar las características de una alimentación saludable con miras a mantener la salud durante largo tiempo y prevenir las enfermedades crónicas después de la reproducción. Debido a las diferencias genéticas entre individuos, los cambios de los hábitos alimentarios tienen una repercusión diferencial en la población, si bien las poblaciones con antecedentes evolutivos similares tienen genotipos más semejantes. Aunque deseable para las poblaciones, los subgrupos o los individuos vulnerables, el asesoramiento alimentario focalizado no es una opción viable por el momento en relación con las enfermedades crónicas importantes consideradas en este informe. La mayoría de ellas son de tipo poligénico, y las tasas en rápido aumento sugieren que lo importante son los cambios ambientales más que cualquier variación de la vulnerabilidad genética.”
Intervenciones a lo largo de la vida
“Hay numerosos datos científicos que destacan la necesidad de aplicar un enfoque que abarque toda la vida a la prevención y el control de las enfermedades crónicas. Sin embargo, el panorama todavía no está completo, y la evidencia acumulada adolece a veces de incoherencias. A partir de la información disponible, es posible afirmar lo siguiente:

- 1- Los regímenes alimentarios insalubres, la inactividad física y el tabaquismo son comportamientos de riesgo confirmados de enfermedades crónicas.
- 2- Está firmemente establecido que la hipertensión, la obesidad y las dislipidemias son factores de riesgo de cardiopatía coronaria, accidentes cerebrovasculares y diabetes.
- 3- Los nutrientes y la actividad física influyen en la expresión génica y pueden definir la vulnerabilidad.
- 4- Los principales factores de riesgo biológicos y comportamentales surgen y actúan en etapas tempranas de la vida y siguen teniendo efectos nocivos a lo largo de la misma.
- 5- Los principales factores biológicos de riesgo pueden seguir afectando a la salud de la generación siguiente.
- 6- Es importante asegurar un entorno nutricional posnatal suficiente y adecuado.
- 7- A nivel mundial, se observa una tendencia al aumento de la prevalencia de numerosos factores de riesgo, especialmente de la obesidad, la inactividad física y, en el mundo en desarrollo en particular, el tabaquismo.
- 8- Determinadas intervenciones son eficaces, pero deben extenderse más allá de los factores de riesgo individuales y prolongarse toda la vida.
- 9- Algunas intervenciones preventivas en etapas tempranas de la vida reportan beneficios de por vida.
- 10- El mejoramiento de los regímenes alimentarios y la actividad física en los adultos y las personas de edad reducirá los riesgos de muerte y discapacidad asociados a las enfermedades crónicas.
- 11- La prevención secundaria mediante la dieta y la actividad física es una estrategia complementaria que retrasa la progresión de las enfermedades crónicas existentes y disminuye la mortalidad y la carga de morbilidad provocadas por esas enfermedades.”
“La finalidad de las intervenciones de prevención primaria es desplazar el perfil de toda la población en una dirección más saludable. La introducción de pequeños cambios en los factores de riesgo de la mayoría de las personas expuestas a un riesgo moderado puede tener un impacto enorme en el riesgo atribuible de muerte y discapacidad a nivel poblacional. Previniendo las enfermedades en grandes poblaciones, ligeras disminuciones de la tensión arterial, el colesterol plasmático, etcétera, pueden reducir enormemente el gasto sanitario.”
“Otros estudios de poblaciones han revelado que hasta un 80% de los casos de cardiopatía coronaria y hasta un 90% de los casos de diabetes de tipo 2 podrían evitarse mediante cambios del estilo de vida, y en torno a un tercio de los casos de cáncer podrían evitarse comiendo saludablemente, manteniendo un peso normal y haciendo ejercicio a lo largo de la vida. Para que las intervenciones tengan efectos duraderos en la prevalencia de los factores de riesgo y la salud de las sociedades, es esencial asimismo modificar el entorno en el que se desarrollan estas enfermedades. Los cambios en los hábitos alimentarios, la influencia de la publicidad, la globalización de las dietas y la reducción generalizada de la actividad física han agravado en general los factores de riesgo y, probablemente, también las enfermedades sufridas en consecuencia. Para invertir las tendencias actuales se requerirán políticas de salud pública multidimensionales. Si bien hay que procurar no aplicar indebidamente las directrices nutricionales a poblaciones que puedan diferir genéticamente de aquellas en las que realmente se determinaron los datos sobre las dietas y los riesgos, hasta la fecha la información disponible sobre los genes o combinaciones de genes es insuficiente para formular recomendaciones alimentarias específicas basadas en los polimorfismos genéticos particulares de una población. Las directrices deben aspirar a asegurar que el beneficio global que obtenga la mayoría de la población gracias a las recomendaciones supere holgadamente cualquier efecto adverso potencial en determinados subgrupos de la población.”
“Las metas de nutrientes para la población recomendadas por Consulta Mixta OMS/FAO de Expertos en la presente reunión se basan en los conocimientos y los datos científicos actuales y se han concebido para que puedan adaptarse y ajustarse a dietas y poblaciones nacionales o locales, donde las dietas están muy ligadas a la cultura y el entorno del lugar.”
“Una combinación de actividad física, diversidad de alimentos e interacción social amplia constituye probablemente el perfil del modo de vida más adecuado para optimizar la salud, con el resultado de una mayor longevidad y un envejecimiento sano. Según algunos datos, para garantizar una dieta sana es necesario tomar a lo largo de una semana al menos 20, y probablemente hasta 30, tipos de alimentos biológicamente distintos, con predominio de los alimentos de origen vegetal. Las recomendaciones formuladas en este informe tienen en cuenta el entorno general, en el que el suministro de alimentos es un elemento importante.”
“Las implicaciones de las recomendaciones serían aumentar el consumo de frutas y verduras, consumir más pescado, utilizar otro tipo de grasas y aceites, y modificar las cantidades de azúcares y fécula, sobre todo en los países desarrollados. La actual tendencia al aumento de las proteínas de origen animal en los países en transición económica difícilmente podrá invertirse allí donde los consumidores dispongan de más recursos, y cabe pensar que ello no redundará en una mejor salud en la edad adulta, al menos en lo que atañe a la prevención de las enfermedades crónicas.”
“En conclusión, quizá haya que aplicar tres estrategias sinérgicas con repercusiones de distinta magnitud en distintos marcos temporales. Primero, la de mayor y más inmediata repercusión consistiría en abordar los factores de riesgo en la edad adulta y, cada vez más, entre las personas de edad. Los comportamientos de riesgo pueden modificarse en estos grupos, con beneficios observables ya a los 3-5 años. Dado que todas las poblaciones están envejeciendo, las simples cifras y el ahorro potencial son ingentes y factibles. En segundo lugar, hay que potenciar en gran medida, como componente fundamental de cualquier intervención, los cambios sociales propicios para el surgimiento de entornos favorables a la salud. Las medidas de reducción de la ingesta de bebidas azucaradas (en particular por los niños) y de alimentos ricos en calorías y pobres en micronutrientes, así como las actividades encaminadas a frenar el consumo de cigarrillos y potenciar la actividad física, tendrán repercusiones en toda la sociedad. Tales cambios requieren la participación activa de las comunidades, los políticos, los sistemas de salud, los urbanistas y los municipios, así como de las industrias de la alimentación y el ocio. En tercer lugar, es necesario también hacer más salubre el entorno en que crecen las personas que más riesgo corren. Es éste un enfoque más focalizado y quizá costoso, pero también más costo eficaz eventualmente, aunque sea a largo plazo”
Para manejar el estrés de una forma sana, es muy importante parar y tomar tiempo para analizar las causas que lo producen, así como conocer bien los sintomas asociados; de este modo se puede reaccionar a tiempo y combatirlo.
Sara Navarrete | Centro de Psicología Clínica | Avd/ Reino de Valencia, 76 -Valencia (Spain).
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